Si hubo un sector que sostuvo el nivel de actividad durante la etapa dura de la cuarentena y en este roído 2021 fue la industria, aunque por supuesto no de modo heterogéneo. En este sentido, las fábricas se transformaron en un aliado del Gobierno a la hora de difundir algunos indicadores económicos de recuperación conviviendo con otros índices mucho menos alentadores como, por ejemplo, la inflación que dejó en off side todos los pronósticos oficiales.
Este año aunque con un comportamiento heterogéneo según los sectores, la industria en su conjunto crecería entre 10% y 12%, un dato nada despreciable para el Gobierno de Alberto Fernández quien terminará el año enfrentando una verdadera secuencia de mediciones en rojo, tanto económicas como sociales.
En este contexto, los próximos 1° y 2 de diciembre se realizará, en Parque Norte, la 27° Conferencia de la UIA bajo el título “Exportar Valor argentino. Claves para un Mercosur productivo” en la que, hasta el momento, todo el Gabinete ya tiene confirmada su asistencia como también el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Aún no, el Presidente.
“En un contexto internacional tan complejo como el actual, los empresarios del Mercosur, en especial de la Argentina y Brasil acompañamos el proceso de integración, pero con cautela”, consideró el titular de la Unión Industrial (UIA), Daniel Funes de Rioja. En su interpretación, “cautela no es proteccionismo”.
En diálogo con PERFIL, Funes de Rioja adelantó los principales ejes que tendrá el próximo encuentro fabril en momentos en que, justamente, los empresarios argentinos y brasileños abogan porque se mantengan los niveles arancelarios habituales del bloque del sur en momentos en que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro anunció una reducción del 10% en gran parte de los aranceles externos.
“El camino hacia el desarrollo de la Argentina será con el Mercosur y por eso creemos que es un paso fundamental fortalecerlo”, consideró el timonel de la entidad fabril. Brasil, el principal socio comercial argentino crecería este año 5% comparado con una caída en el 2020 del 4,6%. Ese fue un derrumbe mucho menor que el que tuvo la Argentina: el PBI cayó 9,9% según el Indec y fue el más pronunciado de todos los países del G20.
Por eso, el debate que hoy se da es si la economía rebota o se recupera y, en ese sentido será clave el acceso que en el 2022 tengan las fábricas a las divisas, tanto para comprar insumos como nuevos equipamientos. En especial esto pareciera una preocupación para las pymes y, en este sentido, la UIA con su encuentro anual pondrá en ojo sobre el cepo al dólar. Al Gobierno le resulta antipático cualquier cuestionamiento al grifo con el que abre o cierra el acceso a los dólares. Para los industriales esta observación apuntará al corazón del nivel de actividad que habrá o no el año próximo.
De acuerdo con el último informe de la UIA, en septiembre la actividad industrial tuvo una expansión de +2,7% con respecto a agosto, tras dos meses de caída, y subió +12,3% interanual, estabilizando el ritmo de crecimiento anual. Del mismo modo, los primeros nueve meses del año acumuló una suba de 17,7% interanual.
El “libro blanco” de la UIA
En paralelo a la realización de la 27 Conferencia de la UIA, este año la entidad vino trabajando en un conjunto de propuestas provinciales.
Cada entidad regional elabora lo que consideran serán los principales reclamos en cada región; por ejemplo rebajas impositivas, generación de empleo, la industria del juicio y los conflictos laborales.
Ese conjunto de propuestas serán presentadas en un único documento de propuestas que la entidad le entregará al presidente, Alberto Fernández, y a los principales líderes de todo el espectro político.
Es lo que en la sede fabril bautizaron como “el libro blanco de la UIA”. Entre las principales preocupaciones regionales figura la dificultad por conseguir empleados calificados.
En ese contexto, el próximo miércoles la UIA inaugurará en Campana un nuevo centro de capacitación industrial. Al acto asistirán varios ministros del Gobierno.
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