En una gira por la región, el líder global del grupo automotriz Renault visitó la planta que la marca del rombo tiene en Santa Isabel, Córdoba, para verificar, en sus propias palabras “para verificar que las cosas funcionan como habíamos pedido al iniciar el programa Renaulution a los equipos y me encontré con equipos compactos y comprometidos”.
Luca de Meo, un milanés de 54 años, futbolero y un trotamundos de la industria, tiene muchas horas de vuelo en su haber. Luego de graduarse con honores en la prestigiosa Universidad Luigi Bocconi, de Milán, ingresó en Renault, para después pasar por Toyota, Fiat, Seat (la filial española de Volkswagen) y desde julio del año pasado es el número uno de Renault Group.
El plan estratégico al que hacía referencia de Meo tiene tres fases que se lanzaron en paralelo y la primera se bautizó con el sugerente nombre de “Resurrección”, que se extiende hasta 2023 y que básicamente, proponía una reducción de costos fijos (de hasta 20%) y de volver a generar flujos de fondo. “Vamos logrando lo que nos propusimos: generar una estructura ágil y enfocada en el cliente, en diálogo permanente con las tendencias de innovación tecnológica que atraviesan la industria y se acentuarán cada año más”, subrayó el CEO.
En particular, la adaptabilidad tecnológica, desafío clave a la hora de replantearse el futuro de la industria y la empresa que preside en ese marco. “Tenemos que prepararnos hacia un cambio radical del modelo de negocios. Por suerte, a Renault, cambiar nos costó menos porque teníamos que replantear muchas cosas para salir adelante, pero tengo mucha confianza en nuestra industria de adaptarse”, explicó durante la charla con periodistas en las instalaciones de la planta cordobesa de Santa Isabel.
Tecnología de punta. Además de su cruzada por agilizar la estructura de la empresa y fundar su competitividad en el mercado globalizado, cambiante y cruzado por la innovación tecnológica, sostuvo que la tradición de Renault no es la de estar en la cresta de la ola de las nuevas tecnologías, como puede ser el caso de Tesla (la icónica automotriz fundad por Elon Musk), sino de adaptar lo mejor posible dichas innovaciones. “En eso nos hemos distinguido siempre y lo seguiremos haciendo”, advirtió. Además, se pronunció a favor de la utilización de una plataforma tecnológica abierta y compartida con otros aliados estratégicos que permitan ofrecer al cliente lo más nuevo y probado.
En cuanto al futuro cercano, aventuró que otro dilema que se le presentará a toda la industria es el de poder conciliar el mayor costo de los autos eléctricos (cuya motorización calcula que añadirá 10.000 euros al precio final), la inflación de materias primas y la exigencia de incorporar más sistemas de última generación. “La pregunta es quién ganará dinero con todo esto – reflexionó- pero si no hacemos este update, la gente no comprará nuestros productos”.
Por último, el directivo sostuvo que la transición al auto eléctrico de alguna manera es algo que tendrán que pagar los mercados más; y con el tiempo ir luego abordando los mercados en desarrollo. “Es una cuestión de tiempo – proyectó- porque el enemigo no es una tecnología u otra y en eso, las autoridades tienen que decirnos dónde quieren que vayamos, pero no cómo”, sentenció.
El cluster Latam. Finalmente, con respecto a las reformas puestas en marcha en la región o “cluster de Latam” como lo denominan (tienen plantas en Curitiba, Brasil y Envigado, Colombia; además de la de Córdoba) debería apuntar a intensificar el comercio intrazona apuntando a las fortalezas de cada mercado y la orientación de la producción. “Pero también depende de las decisiones que tomemos en puntos clave como modelos, los acuerdos que lleguemos con el Gobierno, lo que acordemos con nuestro socio Nissan… Son muchas variables, pero siempre lo más fácil es acordar a otro país de la región”, además de los rasgos propios de cada uno. Como el que sigue sorprendiendo, de la aceptación que los argentinos tienen por las pickups: “las hacemos y ganamos dinero con ello, por lo que seguiremos en esa línea desde esta planta de Santa Isabel”, transmitió.
Algunas certezas dentro de un mundo lleno de incertidumbre y que incluso cambió la velocidad en que las tendencias fueron trazando un desafío adicional. El futuro ya no será lo que iba a ser.
