La frágil relación entre el presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hace peligrar la continuidad del Gobierno.
Por ahora, el presidente no va a empujar una fractura formal de la coalición de Gobierno y tampoco hará cambios de Gabinete como le piden quienes están cerca suyo. Su discurso va a seguir pidiendo unidad a través de los quienes lo apoyan tal como hicieron Cafiero, Valdez, el chino Navarro y Agustín Rossi.
Alberto Fernández tampoco va a cambiar a los ministros que le pide la coalición, como es el caso del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Por otro lado, la vicepresidenta se mantiene el silencio aunque se especula que puede haber una nueva carta por estas horas. Tampoco está promoviendo las renuncias masivas de ministros como sucedió luego de las PASO tras la derrota del oficialismo.
Nadie quiere ser el culpable de una fractura que, aunque ya se ve en varios de los sectores del poder, por ahora no es explicita.
En medio de esta difícil interna el Gobierno intenta combatir la inflación. Matías Kulfas les dio 24hs a los empresarios de las alimenticias para que expliquen el aumento de las últimas semanas y les pide que se retrotraigan los precios a principio de marzo.
