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“Si les queda algún rastro de humanidad, que hablen”. Contundente, el director de cine Mariano Cohn declaró este jueves en el juicio que se sigue a ocho médicos del hospital municipal Melchor Posse de San Isidro por la muerte de su hermano Alejandro, de 35 años.
En la segunda audiencia del juicio, que comenzó esta semana, declararon los familiares de la víctima, que ingresó a ese centro de salud el 27 de julio de 2015 con un malestar vinculado a su condición de diabético y falleció dos días después en el Hospital Italiano con múltiples lesiones.
“Alejandro era una persona muy activa, muy talentosa, se trataba, se cuidaba, se cuidaba con las comidas. Era una persona muy cercana y con la que yo estaba en contacto permanente, que cumplía con todo lo que yo le pedía el tiempo que trabajaba conmigo”, comenzó el director de “El encargado” a describir a su hermano.
Y en su declaración, fue vehemente e insistente con un pedido: que los profesionales involucrados cuenten qué pasó. Es un misterio como Cohn, que entró por sus propios medios y lúcido al hospital municipal, terminó con una traqueotomía mal hecha, inexplicables fracturas y un diagnóstico de muerte cerebral.
La autopsia determinó que el cuerpo tenía una luxofractura de vértebra cervical con rotura de médula ósea, luxofractura de vértebra torácica, fractura de clavícula derecha y fractura de arcos laterales.
Según quedó constancia en la investigación, el libro de informes del shock room se perdió, las hojas de enfermería con el registro de ese sábado fueron arrancadas del libro de actas y tampoco hay registro de cámaras de seguridad.
El duro relato del padre de Alejandro y Mariano Cohn
Mario Cohn, padre de Alejandro, fue muy preciso al trasladarse nueve años atrás y recordar el momento en que el médico a cargo de la terapia intensiva del Italiano los citó para darles el parte, luego de que la familia hubiera conseguido trasladarlo a ese centro de salud porteño.
«El médico nos hace pasar y nos recibe con una cara de tristeza que yo ya sabía… El doctor de terapia hace un silencio y con mucho respeto y principalmente con mucha humanidad nos fue llevando despacio. ‘¿Ustedes sabían que Alejandro tiene fracturas?’, nos preguntó. Nosotros no sabíamos nada, nunca nos habían dicho eso. Nos dijo también ‘Tiene fracturada la vértebra cervical, lumbar y la clavícula’. Nos preguntó: ‘¿A ustedes no les dijeron nada?’. No, nada. Nunca nos dijeron nada. No hubo mucho más que decir para presumir que los informes médicos en el hospital de San Isidro eran estancos para encubrir esto”, detalló.
Y siguió: “Ahí nos dice ‘Les tengo que decir algo más. ¿Ustedes saben que Alejandro tiene liquido en el cerebro?’. Tampoco sabíamos. Fue en ese momento que nos dijo: ‘Alejandro tiene muerte cerebral’. Hay un hecho tras otro, un hecho tras otro de mala práctica médica”.
“Yo me pregunto, ¿cómo una persona vive tranquila no habiendo notado que otra persona tiene líquido en el cerebro? No estoy hablando como abogado, estoy hablando como un papá dolido. Le pediría a cada una de las personas que se ponga en mi lugar«, expresó.
El director les habló a los imputados. “Quisiera pedir, acá están mis padres, que han esperado mucho tiempo, como yo, con mucha paciencia. Muchos de ustedes serán padres, hermanos también. Quiero pedir que si queda algún signo de humanidad en los médicos que hicieron eso a mi hermano, que declaren. Que hablen, así nos ahorramos todo este tiempo, todo este gasto de energía, todo este gasto de dinero, y que digan qué es lo que pasó para poder llegar a la verdad”.
E insistió: “Es muy importante que me vean, que escuchen, para que vean el daño que pueden producir en una persona. Me parece importante que rompan el pacto de silencio, que hablen, que digan qué es lo que pasó. Si les queda algún rastro de humanidad, que hablen”.
Cohn cerró anticipando que tanto él como sus padres “vamos a ir hasta el fin con esto, tanto por nosotros como por los que no tienen la posibilidad de reclamar”.
AS