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Sin escalas, Luis Barrionuevo pasó de ser el primer gremialista alineado con el proyecto presidencial de Javier Milei a convertirse en uno de los principales detractores del libertario en el mundo sindical. Así, en su flamante rol de firme opositor del Presidente, el jefe de los gastronómicos reclamó este miércoles a la CGT el llamado urgente a un nuevo paro nacional para repudiar el ajuste del Gobierno y hasta pidió la renuncia de Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción cegetista, si no avanza en ponerle fecha a una nueva protesta.
«La CGT debe convocar con carácter de urgente a un plenario de secretarios generales y que todos ahí resolvamos cuáles van a ser las medidas que va a tomar», exigió Barrionuevo en el marco de un encuentro con un grupo de dirigentes sindicales realizado en Parque Norte.
Pero el planteo del gremialista fue aún más allá al sostener que «no debe pasar mucho más tiempo para barajar y dar de nuevo y elegir otra CGT«, y hasta pidió un paso al costado de Daer por la demora en la convocatoria a una nueva medida de fuerza tras el paro general de 12 horas que realizó la central obrera el 24 de enero y que se convirtió en la huelga más rápida dispuesta contra un gobierno desde el retorno de la democracia.
«Cuando Gerardo Martínez era secretario de la CGT le pedían la renuncia. Hubo un acto en la plaza de los dos Congresos. Era presidente (Carlos) Menem y Gerardo renunció convocando a un paro de 36 horas. Qué buen gesto sería que Daer haga lo mismo«, reclamó.
El pedido de Barrionuevo sorprendió aún más por la presencia en el encuentro de Carlos Acuña, el titular del gremio de estacioneros, que integra junto a Daer y Pablo Moyano el triunvirato cegetista, un sillón asignado justamente a la representación del frente sindical que responde al gastronómico.
Lejos de amilanarse ante el planteo de su jefe gremial, Acuña se alineó inmediatamente. «Brillante«, aplaudió la embestida. Y hasta lanzó un fuerte cuestionamiento al resto de la conducción de la central obrera de la que él mismo es parte. «Nadie se tiene que creer dueño de la CGT e ir por allá para hablar, como en alguna oportunidad, que algunos entraban por la puerta de atrás», toda una referencia crítica a la posición de sus pares del sector dialoguista de la entidad.
Como Barrionuevo y Acuña, también el titular de los maquinistas de La Fraternidad, Omar Maturano, otro de los presentes en la reunión, se sumó a las críticas contra la jefatura cegetista por su actitud hacia la administración de Milei. «Queremos una CGT solidaria, que esté junto a las necesidades de los compañeros, que defienda las paritarias libres, sin techo, y que vaya al Ministerio de Trabajo, pegue dos patadas en la puerta y haga homologar los aumentos que se pudieron conseguir de pedo. Esa CGT queremos, no la CGT blandita. Y si no nos sirve esta CGT, vayamos a sacarlos a patadas en el culo«, exigió, polémico.
La presión del dirigente gastronómico por un paro se sumó llamativamente a los reclamos que en el mismo sentido alienta el sector más combativo de la central, referenciado en Pablo Moyano, con la adhesión de las dos CTA y los principales movimientos sociales. El número dos de Camioneros volvió a insistir esta semana con el llamado a una huelga general en las próximas semanas, aunque no logró encolumnar detrás de ese reclamo a todo el entramado de gremios del transporte, donde sostienen la necesidad de medir los tiempos antes de definir una nueva protesta.