El nivel es similar al de antes de la pandemia. En la ciudad hubo mezcla de fieles con hinchas “piratas” que vieron el ascenso de Belgrano.
La ciudad de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires, tuvo un fin de semana agitado. Por un lado, la procesión a la Virgen del Rosario de San Nicolás convocó a una multitud, de niveles similares a los de hace tres años. A la vez, el Club Atlético Belgrano jugó en el Estadio Único de esa ciudad contra Brown de Adrogué por la 34° fecha de la Primera Nacional y consiguió el ascenso a la Primera División del fútbol argentino.
Así, fieles e hinchas se mezclaron durante todo el domingo en un clima festivo. La Iglesia estima que hubo unas 400 mil personas en la procesión a la Virgen. A ellos se les sumaron 22 mil hinchas de Belgrano de Córdoba, que compartieron tramos de la caminata con los fieles. Algunos, incluso, fueron a ver a la Virgen.
“Se mantuvo el caudal prepandemia pese al deterioro económico que hace que a la gente le cueste más viajar”, señalan desde la organización.
La procesión a San Nicolás se da una semana antes de la 48° peregrinación juvenil a Luján, la convocatoria religiosa más multitudinaria del país.
El año pasado, la festividad de la Virgen de San Nicolás había marcado la vuelta de las manifestaciones masivas de fe, aun con distanciamiento social y cuidados sanitarios. Este año, la apertura fue total con imágenes similares a los de antes de la pandemia.
Santoral del 25 de septiembre: día de la Virgen del Rosario de San Nicolás
Esta celebración tiene sus orígenes en las apariciones que la Virgen María realizó en San Nicolás de los Arroyos desde 1983. Porque, si bien la ciudad veneraba una imagen de la Madre de Jesús desde 1884, las revelaciones ante una humilde vecina fueron las que llevaron a construir el santuario, centro de una de las mayores peregrinaciones del país, cada 25 de septiembre.
Ese día, pero de 1983, Gladys Quiroga de Motta, que vivía muy cerca del río, vio a la Virgen por primera vez. En sucesivas apariciones, le pidió que construyeran un santuario en su honor en un lugar específico y que predicara su Palabra.
Gladys vivía en un barrio humilde, tenía dos hijas y escasa instrucción (solo había aprobado cuarto grado de la primaria y carecía de conocimientos teológicos). Este último dato llevó a descartar cualquier posibilidad de engaño, debido al contenido de los mensajes. También fueron desechadas posibles alteraciones psicológicas.
El reclamo de la Virgen estaba relacionado con la imagen que había donado el papa León XIII en 1884 para la iglesia de San Nicolás de Bari y que había quedado en desuso y abandonada en su campanario. La Virgen del Rosario había sido la patrona del primer Curato de los Arroyos.
En 1984, el nuevo obispo, monseñor Salvador Castagna, recibe a Gladys y luego se entrevista con el papa Juan Pablo II. Un año después, una comisión investiga los acontecimientos.
En 1985 la Municipalidad de San Nicolás donó un terreno conocido como El Campito, donde, dos años después, comenzó la construcción del santuario, terminado en 2014.
Las apariciones y mensajes de la Virgen
El camino de esta celebración de la Virgen del Rosario de San Nicolás está dada por las reiteradas apariciones ante Gladys Quiroga de Motta. Y estas son las fechas constatadas por la Iglesia Católica:
- 25 de septiembre de 1983. Primera aparición de la Virgen a Gladys Quiroga de Motta.
- 28 de septiembre de 1983. Segunda aparición.
- 7 de octubre de 1983. Gladys pregunta a la Virgen cuál es su deseo y recibe por contestación la imagen de una capilla.
- 12 de octubre de 1983. Gladys le cuenta lo ocurrido al padre Carlos Pérez.
- 13 de octubre de 1983. La Virgen le habla a Gladys por primera vez. Días después, el obispo monseñor Antonio Rossi recibe a la testigo.
- 15 de noviembre de 1983. Nuevo mensaje de la Virgen: “Soy Patrona de esta región. Haced valer mis derechos”. También recibirá mensajes de Jesucristo que aparecerá una vez por mes ante Gladys.
- 19 de noviembre de 1983. La Virgen le hace conocer a Gladys su misión: “Eres puente de unión; predicad mi Palabra”.
- 24 de noviembre de 1983. Un rayo de luz indica el lugar donde deberá construirse el santuario.
- 27 de noviembre de 1983. La Virgen le dice a Gladys: “Quiero estar en la ribera del Paraná”.
- 2 de diciembre de 1984. La Virgen le dice: “Debéis hacer acuñar una medalla con mi imagen de la advocación del Rosario de San Nicolás y en el reverso, la Santísima Trinidad con siete estrellas”.
- 25 de septiembre de 1985. Nuevo mensaje: “Hija mía: te diré el significado de las siete estrellas: son siete gracias, que mi hijo Jesucristo concederá a quien lleve la medalla sobre su pecho. Alabado sea el Señor”.
- 5 de marzo de 1986. “Hija mía, encárgate para que se haga un escapulario. Que sea de color blanco ya que el blanco es el símbolo de la pureza. Mi imagen llevará los colores celeste y rosado. Este escapulario deberá ser destinado a los enfermos del cuerpo y del alma y lo llevará aquel que realmente sienta esa necesidad en su corazón, porque con el escapulario, ira el compromiso de orar a María del Rosario. Este pedido mío apremia”.
MG