Sobrevivientes del centro de detención en Campo de Mayo en la última dictadura cívico militar y miembros de la Comisión de la Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte de la provincia de Buenos Aires expresaron su deseo de que “haya una condena contundente” para los acusados en el marco de la denominada megacausa Campo de Mayo, que tendrá sentencia esta tarde.
Además coincidieron en que “deben sentarse en el banquillo de los acusados también los empresarios que fueron participes responsables civiles”.
Al llegar a las inmediaciones del Tribunal Oral Federal Número 1 de San Martín, donde se lee el veredicto, Andrea Taboada -de la Comisión de la Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte- dijo a Télam: “Llegar hasta aquí es una victoria del movimiento de derechos humanos y la ciudadanía. Si las condenas no reflejan lo que pedimos, seguiremos peleando por justicia”.
“Queremos cárcel común y efectiva para los responsables. Queremos culpables con condenas contundentes, pero hay una expectativa menor y algunas dudas sobre la contundencia de las condenas”, agregó.
En las inmediaciones del tribunal, se comenzaron a congregar militantes y se pueden observar banderas de organizaciones como la CTA autónoma, el Centro Cultural Macacha Güemes, Trabajadores y delegados de los años 70, la Comisión por la memoria, verdad y justicia San Martin, la Agrupación El Eternauta y Sobrevivientes, familiares y compañerxs de Campo de Mayo.
A lo largo del juicio se acumularon 13 expedientes, y se juzgó a 19 personas acusadas de crímenes de lesa humanidad ocurridos en la Zona de Defensa IV a cargo del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo durante la última dictadura militar.
Para Taboada el juicio fue “muy importante porque a diferencia de otros permitió visibilizar que existe una identidad de las víctimas, ya que la mayoría son trabajadores organizados que fueron víctimas de un plan de exterminio de los gremios y comisiones internas en las fábricas”.
En ese sentido, remarcó que uno de los objetivos futuros “es sentar en el banquillo de los acusados y que rindan cuenta ante la sociedad a los responsables civiles y económicos como los empresarios que fueron cómplices y partícipes necesarios de los delitos de lesa humanidad”.
Por su parte, Eduardo Caram, sobreviviente del centro clandestino en Campo de Mayo, afirmó a Télam que “es muy importante este momento porque después de 45 años de espera que generó una herida muy difícil de atravesar”.
“Quiero un acercamiento a la verdad. Nosotros sabemos que lo que el veredicto del tribunal diga es un acercamiento a la verdad porque faltan muchos más culpables que estén sentados en el banquillo”, agregó.
Caram además señaló que “si existe la seguridad de que la condena social ya está. Es importante que siempre se recuerde lo que pasó”, dijo y finalizó: “Como sobreviviente de Campo de Mayo siento un compromiso muy grande porque somos muy pocos los que tenemos voz en este momento. Sentimos una fuerza enorme porque nos acompañan los 30.000 compañeros que pasaron por esto y ya no están”.