Durante 2021 la mayor actividad económica fue acompañada de una nueva caída en la participación de los asalariados en el valor total de producción. La masa salarial retrocedió del 48% del PBI al 43,1% del ingreso total, de acuerdo a los datos de la “Cuenta Generación de Ingresos e Insumo de Mano de Obra” del INDEC.
Con relación a 2017, antes de la recesión y la pandemia, la caída es mayor: de 8,7 puntos, de 51,8 a 43,1%. Bajó del 51,8 al 46,1% durante el gobierno de Mauricio Macri y retrocedió al 43,1% durante el de Alberto Fernández.
Al mismo tiempo, este achique de la participación de los asalariados en el reparto de la “torta”, que también se produjo entre los sectores por cuenta propia, niveló hacia abajo la pirámide de ingresos y estadísticamente tuvo un efecto de reducción de la desigualdad de ingresos entre las familias y las personas.
Así, el hecho de que los trabajadores recibieran un pedazo más chico de la “torta” pero con mayor empleo de los trabajadores informales y mayores ayudas sociales, permitió que ingresara un poco más de dinero en los hogares de menores recursos, reduciendo los niveles de pobreza y acortando la distancia con el resto. En 2021, la pobreza bajó del 42 al 37,3%.
La menor porción de la “torta” que recibieron los trabajadores fue porque la disparada de los precios internos y los vinculados al comercio exterior deterioraron en términos relativos y reales los salarios e ingresos de los trabajadores por cuenta propia, a lo que se sumó la mayor precariedad laboral reflejada en la vuelta al trabajo de los informales.
Un tercio de los asalariados y más del 60% de los cuentapropistas trabajan en la informalidad, sin aportes a la Seguridad Social, con salarios e ingresos más reducidos.
2021, el peor año
“De esta manera se consolidó la tendencia regresiva en términos de la distribución del ingreso que se inició en 2018. Desde 2017 hasta 2021 se registró una caída casi sistemática del peso de los asalariados en el PIB, alcanzando a 8,7 puntos porcentuales”, de acuerdo a los cálculos de CIFRA (Centro de Información y Formación de la República Argentina) sobre la base de los datos oficiales.
En tanto, agrega CIFRA, “a la inversa se evidencia una recomposición significativa de los márgenes de ganancia (del sector empresario). El excedente privado de explotación se incrementó del 46,4% del PIB al 54,3% entre 2017 y 2021″.
“En este último año -añade- se registró el mayor crecimiento de los márgenes apropiados por las empresas privadas (3,7 puntos porcentuales), aun superior al ascenso observado en 2018, cuando en el marco de las devaluaciones que signaron el agotamiento de la valorización financiera había aumentado en 2,7 puntos porcentuales”.
Y afirma: “Los primeros indicios de 2022 no permiten advertir un cambio de esta tendencia regresiva en la distribución del ingreso, toda vez que la escalada de precios que tuvo lugar en el marco de la guerra en Ucrania aceleró el ritmo de crecimiento de los precios internos”.
Como un complemento de esta situación al interior de las familias y personas, reforzado por las ayudas sociales, creció la participación de los sectores de menores recursos y más precarizados en detrimento de los ingresos de los sectores medios y de mayores ingresos.
Y entre los jubilados, se acható la pirámide previsional por el aumento diferenciado y los bonos que se otorgaron solo a las jubilaciones más bajas. De esta manera, se redujo la desigualdad al interior de las familias por una nivelación hacia abajo y no por un avance real de la población y familias más desfavorecidas.
Entre los jubilados se acható la pirámide por los aumentos diferenciados. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Por esas razones, con una indigencia que aumentó de fines de 2017 del 4,8% al 8,2% a fines de 2021 y la pobreza que subió del 25,7 al 37,3%, a fines del año pasado, la distancia entre el 10% de los hogares más pobres –quienes recibieron el 1,85% de los ingresos- y el 10% de los más ricos, que obtuvieron el 30,5%- se redujo a 17 veces, volviendo a los niveles de fines de 2017. En igual trimestre de 2018 esa distancia era de 20 veces, subió a 21 veces en 2019 y en 2020.
Por su parte, se redujo el coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de las personas, lo que indica una disminución de la desigualdad. Fue de 0,413 para el cuarto trimestre de 2021 mientras que, en el mismo trimestre de 2020 fue de 0,435, El 0,413 es inferior al 0,417 de fines de 2017, antes del inicio de la recesión y la irrupción de la pandemia.
NE