San Sixto III fue el Papa número 44° de la Iglesia Católica, asumiendo en el año 432 hasta su muerte, el 18 de agosto del año 440. Era, por decirlo una manera moderna, un típico cuadro de la más pura Iglesia de ese tiempo, muy ajetreado por cierto.
Hijo nacido en la familia Colonna, de Roma y zonas de influencias cercanas, Sixto (quien se llamaba igual que su padre) se dedicó desde muy joven a los estudios religiosos y a la defensa de las Sagradas Escrituras, y terminó siendo un hombre muy influyente en los tres papados anteriores al suyo. El del Papa Zósimo (417-418); el de San Bonifacio I (418-422); y el de San Celestino I (422-432), a quien sucedió.
En los años previos de mucho trabajo en la sede central de Roma y durante su mandato, le tocó a Sixto III años de mucha discusión y revuelta doctrinaria, que había que enfrentar con rigor intelectual, con manejo político, pero también con algo que Sixto tenía de origen que era el don de la piedad y la reconciliación.
Santoral del 28 de marzo: día de San Sixto III Papa./Parroquia de San Vicente Ferrer.
Se enfrentó a dos grandes herejías de esos años. Posiciones de otros cristianos que discutían las verdades indiscutibles de la ortodoxia católica, con distintas refutaciones y consideraciones de cómo habían sido los hechos que rodearon a Jesucristo. Una gran fuerza era la de los pelagianos, quienes negaban la existencia de la Gracia sobrenatural.
En la Iglesia Católica la Gracia sobrenatural es un don que nos da Dios cuando somos bautizados (o al primer sacramento) y que nos libera del pecado original de Adán y Eva. Por tanto, podemos llegar a la Vida Eterna excepto que cometamos un pecado grave. Para los pelagianos, también cristianos, alcanzaba con que Dios nos diera buenos ejemplos, pero todo lo podíamos alcanzar por nuestros méritos.
O sea: los pelagianos negaban la Gracia natural. Y negaban también el pecado original. Pero al mismo tiempo, rechazaban la necesidad de la redención de Jesucristo. Y por tanto, los sacramentos. Y Sixto III combatió con eficacia intelectual tales argumentos primero como consejero papal y luego como Papa.
Santoral del 28 de marzo: día de San Sixto III, Papa (años 432 a 440)./ COPE.
La otra herejía que combatió la Iglesia Católica y que tuvo en Sixto III a uno de sus intelectuales y doctrinarios más talentosos, fue la del Nestorianismo. Al igual que el pelagianismo, el nestorianismo hacía sido condenado en el Concilio de Éfeso, en el año 431, para el que Sixto había trabajado y argumentado notablemente.
Nestorio era un obispo de Constantinopla que provenía de Antioquía y quien negaba la condición de hombre e hijo de Dios en una misma unidad y persona dentro de Cristo. Y además, negaba la maternidad divina de la Virgen María.
Sixto III no solo contestó en escritos, sermones y argumentaciones de Concilios. También mandó a reconstruir por completo la basílica de Santa María la Mayor (construida antes por el Papa Liberio), a quien Sixto III le dio gran ornamentación y la dedicó a la Virgen María como madre de Dios. En una respuesta simbólica que ya no retrocedería en la doctrina de la Iglesia Católica.
Santoral del 28 de marzo: día de San Sixto III, Papa./ Iglesia Católica.
También buscó y consiguió muchísimo apoyo del emperador Valentiniano III con preciosos regalos para las Basílicas de San Pedro y Letrán; y para ampliar la Basílica de San Lorenzo Extramuros y la Basílica de Santa Sabina en el monte Aventino. Con fama criticada de conciliador, el Papa Sixto III murió ya grande en el año 430 en Roma, no sin antes alcanzar uno de sus principales objetivos: lograr la paz entre Cirilo de Alejandría y el pueblo sirio.
Otros Santos del 28 de marzo
Santoral del 28 de marzo: día de San Esteban de Harding, inglés de gran obra en Francia./ AICA.
- San Cirilo de Heliópolis. (¿?-362). Diácono de Heliópolis, población muy cercana del Líbano, San Cirilo era apoyado, como todos los cristianos. Por el emperador Constantino. Pero cuando llegó al trono Juliano el Apóstata, fue asesinado tras soportar crueles torturas.
- San Castor de Tarso. (¿?-345?). Sacerdote de Tarso, Cilicia (en la actual Turquía), probablemente ermitaño, que ejerció su vocación católica en tiempos complejos.
- San Esteban Harding. (1050-1134). Sacerdote nacido en Inglaterra (ciudad de Dorset), con espíritu itinerante, terminó haciendo una gran obra en la Borgoña, Francia. En Cîteaux, en la diócesis de Châlons, junto a otros monjes fundó la Orden del Císter en 1908. Dirigió durante 25 años la Abadía y la Orden Cisterciense, fundando además otros 12 monasterios en la región.
- San Gountrán. (532-592). San Gountrán o Gontrán I fue un francés rey de los francos que gobernó Borgoña durante 31 años, expandiendo el cristianismo por todos los territorios, protegiendo a los carenciados y a su muerte, donando todos sus bien entre las Iglesias y los pobres del reino.
- San Hilarión de Bitinia. (292 – 372). Compañero de San Antonio Abad fue uno de los fundadores de la vida monástica en Palestina. Nacido en un aldea de Gaza y muerto 80 años después de viejo en la Isla de Chipre, se educó en Egipto, predicó en muchas ciudades con gran ingenio y convicción, hizo numerosos milagros, vivió en el desierto y se recluyó en una ermita hasta sus últimos días.
- San Proterio de Alejandría. (¿?-457). Patriarca de Alejandría, en Egipto, fue designado por el Concilio de Calcedonia en el 451 que destituyó a su predecesor Dióscoro I de Alejandría. Seis años más tarde, los seguidores de Dióscoro lo mataron cruelmente a cuchillazos en la Iglesia.
- Beato Antonio Patrizi. (1280-1311). Hijo de una poderosa familia de Siena, Italia, fue presbítero a cargo del convento de Lecceto y miembro de la Orden de San Agustín, viviendo como ermitaño.
- Beato Conón. (1139-1236). Sacerdote italiano de la zona de Sicilia nacido en Conón, hijo del gobernador, estudió y se ordenó en el Convento de Fragala y se retiró a una cueva como eremita. Lo obligaron volver al Convento donde fue elegido abad. Pero una vez regresado de peregrinación a Jerusalén, y viendo que habían muerto sus padres, otorgó todo lo heredado a los pobres y se retiró a la cueva de San Miguel donde estuvo en oración durante su larga vida de 97 años.
- Beato Cristobal Wharton. (1540-1600). Nacido en Middleton, Yorkshire, Inglaterra, se convirtió al catolicismo y se fue en 1583 a estudiar al Colegio Inglés de Reims, Francia, donde fue ordenado sacerdote. En 1586 se incorpora a la misión inglesa, junto con el beato Edward Burden. Tiempos difíciles para ser católico bajo el mandato de Isabel I, en 1599 fue apresado dando misa en casa de una viuda por lo que fue condenado a muerte.
- Beata Juana María de Maillé. (1331-1414). Cristiana de gran fe que fue abandonada por su familia al morir su esposo en la guerra y dedicó su larga vida a la penitencia, la oración y la caridad hacia pobres y enfermos en la región de Tours, Francia.
- Beata Renata María Feillatreau. (1751-1794). Mujer de 43 años, casada y con alto compromiso cristiano, en la Revolución Francesa no quiso negar a Jesús y su amor por la religión y fue guillotinada el 28 de marzo de 1794. Beatificada por el Papa Juan Pablo II en 1984 en el grupo de los 99 mártires de Angers.