Falta mucho, pero casi nada. Son ocho meses los que quedan por delante, pero no significarán más que un puñado de partidos para la Selección Argentina. Y el de la noche de este viernes en el suelo de La Bombonera ante Venezuela se presentará como la gran despedida de la Scaloneta del país antes de la cita mundialista que arrancará en noviembre en Qatar y para la cual el conjunto nacional ya sacó los pasajes hace rato.
El propio Lionel Scaloni fue quien admitió que por una cuestión de calendario apretado es muy complicado que pueda realizarse un encuentro en suelo argentino en los días previos antes de aterrizar en territorio árabe, como sí ocurrió por caso antes de Rusia 2018 cuando la Selección se despidió en la cancha de Boca con un amistoso contra Haití.
Después de esta última doble fecha de Eliminatorias, la Argentina se medirá ante Italia el 1° de junio en el mítico Wembley. En esa ventana, Scaloni busca rival para disputar otro amistoso. Y luego habrá una ventana de FIFA más en septiembre para la cual en AFA también se están moviendo, sin rivales a la vista por el momento. En algún momento, a su vez, habrá que afrontar el partido suspendido con Brasil por orden de la FIFA. Y luego ya se vendrá el Mundial, que comenzará apenas un par de semanas más tarde al cierre de las ligas europeas.
Messi está recuperado de la gripe y será titular en La Boca. Foto: Juano Tesone
Por eso, La Boca se vestirá de gala para darle cariño a Lionel Messi, a todos los campeones de América y a los que se sumaron luego por última vez de manera oficial. Y llega en un escenario más que oportuno, justo después de que Leo recibiera una silbatina de parte de los hinchas del Paris Saint Germain post eliminación de la Champions League. El capitán recargará energías, ya recuperado de una fuerte gripe, con aplausos y ovaciones que harán de contrapeso ante tanta hostilidad reciente.
“No lo afecta a él lo que pasó y lo demuestra cada vez que viene acá. Mañana (por hoy) tiene la oportunidad de demostrar de nuevo. Él está cómodo y está bien. Logramos que el grupo asimile quién es él y que sepa que es uno más. Lo que tendría que haber sido normal desde hace tiempo empezó a ser normal hacer más de un año”, le dijo Scaloni a Clarín sobre el 10 que no para de sonreír vestido de celeste y blanco.
La Selección vivirá su fiesta anticipada ante una Venezuela que va última en la tabla. El partido será la excusa perfecta para que el público pueda mimar a los jugadores, pero en juego se pondrá el invicto de 29 encuentros que sostiene Scaloni.
Falta tanto, pero casi nada. Qatar se acerca y la Scaloneta vibrará por última vez con su gente.