El alza en el precio de las commodities, consecuencia de la Guerra en Europa, por un lado beneficia a las exportaciones nacionales pero, por otro complica productos clave de la mesa nacional, como el pan. Repercute en los precios de algunos alimentos esenciales para la dieta argentina como lo son los derivados de la harina de trigo, y complejiza la situación alimentaria de los que menos tienen.
Héctor Polino, responsable legal de Consumidores Libres, resume que “esto es beneficioso para el país porque exportamos soja, trigo, maíz y permitirá el ingreso de mayor cantidad de dólares”, pero avisa que estas ganancias extraordinarias que benefician al sector agroexportador “generan un aumento de los precios locales”.
Como entre los dos países en guerra producen alrededor del 30% de la oferta global de trigo, el precio en Chicago para el cereal se duplicó en las últimas semanas. Y este ajuste, que se configuró como el mayor crecimiento en el precio del trigo de los últimos diez años, hace oscilar su precio en torno a los 480 dólares por tonelada.
En lo referente al ámbito local, la bolsa de 25 kilos de harina saltó arriba un 70%. Y, a pesar que la incidencia del trigo en la estructura del costo de los farináceos encuentra un tope del 20% en promedio, la situación ya se complejiza como consecuencia de la retención de la materia prima que ejecutan muchos productores y molineros argentinos, que esperan determinar cómo evolucionarán los precios internacionales para continuar su cadena productiva y la consecuente comercialización de sus productos.
Desde diversos centros de panaderos ya avisaron con preocupación que no manejan suficiente margen para absorber estas subas y no trasladarlas al valor de los precios de venta al público. Así el pan, que ya había visto una suba del 25% en febrero, alcanzando un valor promedio de $ 300 por kilo, en conjunto con la docena de facturas que se comercializa en torno a los $ 600, transcurrirán otro incremento de precio inminente que llevaría el precio de cada medialuna a $ 70.
La carne subió más del 50% desde que se cerraron las exportaciones
El precio de la carne al público aumentó 53,2% desde que el Gobierno restringió las exportaciones del sector Y, por su parte, los despachos cárnicos hacia el exterior acusaron una caída de 24,6% en febrero, alcanzando apenas las 36,7 millones de toneladas.
Desde que en abril del año pasado la Secretaría de Comercio anunció su intervención del mercado para intentar controlar la situación de suba del precio de la carne, su inercia alcista se ha mantenido en crecimiento de manera ininterrumpida. Incluso a pesar que sobre el fin de año pasado se anunciara un congelamiento en los cortes parrilleros, que aún se mantiene, pero que no tuvo el efecto deseado.
Estos datos surgen de un informe publicado por la Cámara de Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Cicra), entidad desde la que, además, se señaló que “el volumen exportado resultó apenas similar al promedio de junio-julio de 2021, cuando el gobierno nacional interrumpió el normal abastecimiento de carne vacuna a China”. Asimismo, la Cámara aclaró que fue desde ese momento que los precios de la carne subieron el 53,2% promedio.
La entidad precisó además, que en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el precio promedio de los cortes de carne vacuna subió un 3,7% en febrero, y atribuyó tal incremento al “ajuste de precios realizado en las carnicerías, al tiempo que en el caso de los supermercados se observó una leve retracción, luego de la fuerte suba ocurrida en enero”.
Si se compara lo que sucedió en los últimos doce meses, el precio promedio de la carne vacuna acumuló un incremento del 59,2%, el del pechito de cerdo subió 46,3% y el del pollo entero vio la suba más moderada de entre los tres con un 39,9%.
En tanto, al comparar los precios actuales con los valores de febrero de 2020, es decir contra el último mes completo de precuarentena antres de que se impusieron las restricciones sanitarias, el precio promedio de los cortes vacunos experimentó un alza de 174,3%, mientras que el del pollo entero aumentó 126,1% y el valor unitario del pechito de cerdo se elevó 118,4%.
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