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Cicatrizar la selva: cómo se recupera la tierra quemada o deforestada

Los zapatos de Alfonso Gómez (56) están teñidos de rojo de tanto caminar la tierra: lo nota al descender de su tractor, luego de otra ardua mañana de trabajo. Poco le importa. Sólo le preocupa cumplir con la rutina en su chacra, rodeado de las distintas razas de animales que cría. “La vida acá es linda, pero sufrida”, acota. Y su mirada se pierde en una porción campo que fue arrasada por el fuego.

El documento del chacarero indica que nació en Misiones y, a los 22 años, eligió construir su futuro en Buenos Aires. Permaneció en esa provincia durante menos de una década, hasta que decidió volver a sus raíces. “Vivís mejor acá -asegura- que en el pueblo, porque te autoabastecés. Si allá no tenés trabajo, tenés que salir a mendigar. En cambio, en la chacra, vos producís tus propios alimentos”.

A pesar de sus virtudes, la vida de cada familia agricultora está repleta de obstáculos que, generalmente, los exceden. Por ejemplo, el fuego. Meses atrás, San Antonio fue víctima de un ligero incendio que consumió parte de la selva. ¿Cómo se origina? A partir de los descuidos: un vidrio, el escape de un auto o una moto son opciones, porque no necesariamente se logra de manera intencional.

La naturaleza reducida a cenizas no es el único problema con el que deben lidiar los pobladores que trabajan sobre la tierra: el desmonte de los bosques es otro de los grandes dramas. “Nos perjudica muchísimo. Sobre todo, en nuestra vida y la de los animales. Hasta nos falta el agua… Perdemos posibilidades porque a los empresarios sólo les importa el dinero, no la naturaleza”, dice Alfonso.

Hace ya tiempo, la chacra de Gómez cuenta con otro respaldo porque linda con el bosque “Las Araucarias”. La diferencia de ese terreno con otros es que, desde 2021, integra un proyecto concebido por la Fundación Banco de Bosques. “Coincidimos con la gente de Parques Nacionales que era necesario dotar de una ampliación a la Reserva Natural Estricta San Antonio”, explica Emiliano Ezcurra, director ejecutivo.

La función de Banco de Bosques

Banco de Bosques es una fundación que se dedica a reunir donaciones destinadas a la compra de propiedades ubicadas en zonas rurales que, además, tienen bosques nativos en su interior. “Están en la góndola del mercado inmobiliario destinado a las topadoras“, le cuenta Emiliano Ezcurra a Clarín, sentado a orillas del río San Antonio de Misiones.

Emiliano Ezcurra, director ejecutivo de Banco de Bosques. Foto: Alejandro Bar

La donación se realiza con la ayuda de quienes donan metros cuadrados: una vez que se compran esas propiedades, el plan es recuperarlas para transformarlas en áreas protegidas que pueden ser parques nacionales o provinciales. “Lo que nunca puede pasar es que eso vuelva a tener una amenaza de desmonte. Cuando uno dona sabe que ese bosque que salvó nunca va a tener una topadora encima“, advierte.

-¿Cómo surgió el proyecto “Las Araucarias”?

-Encontramos una chacra de un propietario local llamado Carlos Miranda y, como quería venderla, llegamos a un acuerdo y empezamos a reunir el dinero. Este terreno le va a permitir a la Reserva Natural Estricta de San Antonio tener un acceso directo, lo cual mejora la operatividad del área, el control de la caza furtiva y permite tener por primera vez uso público: hoy es de carácter estricto.

Los ambientes de la selva misionera que cuentan con la presencia de la araucaria angustifolia son sumamente escasos: se estima que aproximadamente 1.000 hectáreas de superficie todavía siguen en pie. Y, en el bosque en cuestión que tiene apenas 36 hectáreas, prevalecen al igual que mucha flora y fauna que está en peligro de extinción por los desmontes en la zona.

Quedan aproximadamente 1.000 hectáreas de araucarias. Foto: Alejandro Bar.

-¿Reciben ayuda de parte del Estado?

-Trabajamos con ellos y la mejor manera que tiene de ayudarnos es acelerar los trámites que muchas veces en la burocracia no nos permiten avanzar rápido. Por ejemplo, resolver cuestiones que tienen que ver con la tenencia de la tierra, mover determinados procesos y, lo más importante, sacar rápido las leyes de creación de esas áreas protegidas.

La normativa que los ampara

La ley 26.331 se estableció en 2007 y fija los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos. “Desde que se sancionó se deforestaron cientos de miles de hectáreas en la Argentina”, acotan desde la Fundación Banco de Bosques.

La única forma de proteger a las distintas áreas de la deforestación y de la quema intencional y accidental es, según explican desde la entidad, “aplicar en su totalidad la Ley de Bosques Nativos que sigue vigente y fortalecer el Servicio Nacional de Manejo del Fuego”.

¿Cómo se recupera un bosque?

El municipio de San Antonio, ubicado dentro del departamento de General Manuel Belgrano y a más de 100 kilómetros del aeropuerto de Iguazú, es parte del límite con Brasil. La frontera genera una imagen impactante: el verde de la selva misionera que poco a poco se fue recuperando con los restos amarillentos del país lindante, que sufrió un desmonte para hacer algún tipo de producción.

“El proceso para cicatrizar la selva consta de distintas técnicas. Una de las principales es la colocación de postes para delimitar el perímetro. Va a permitir incluso que las aves de la selva puedan posarse y dispersar semillas. Así se empieza a regenerar el lugar y con el tiempo empiezan a crecer especies propias”, ejemplifica Dante D’Ambrosio, coordinador de Banco de Bosques.

-¿Cuánto tiempo se estima que puede llegar a tardar una reconstrucción?

-Es un proceso que lleva muchos años. Hay trabajos que empezaron en 2003 y después de casi 20 años se pueden ver desde imágenes satelitales o drones cómo el bosque y la selva se fueron regenerando.

Autoridades de la Reserva Natural Estricta San Antonio. Foto: Alejandro Bar.

Proyecto “Las Araucarias”

Lucas Andreani es uno de los guardaparques que responden a Parques Nacionales. Entiende, al igual que sus colegas, que la ubicación de la chacra que adquirió la fundación para salvarla y luego donarla es estratégica. “Uno de los objetivos es que la reserva tenga continuidad con otras áreas y amplificar la superficie”, explica.

Las acciones que llevan a cabo tanto Andreani como sus compañeros están todas regidas por un plan de gestión que incluye metas. “Es un documento -argumenta- que tienen muchos parques y reservas a nivel nacional, provincial y municipal. En este caso, nuestro objetivo es la conservación y ampliación de la reserva“.

En esa misma línea se mantiene Claudio Sacramento, intendente de la Reserva Natural Estricta San Antonio. A pesar de que dicha área no es de uso público, la pandemia afectó el ritmo de trabajo que tenían. En ese contexto llegó la propuesta de Banco de Bosques. “Es un espacio sumamente estratégico porque está en el límite que utilizamos como paso para ingresar y nos interesó”, recuerda.

Claudio Sacramento, intendente de la Reserva Natural Estricta San Antonio, en Misiones. Foto: Alejandro Bar.

Desde ese momento, ambas entidades trabajan en conjunto. Primero lo hicieron para concretar la compra y luego para llevar adelante acciones dentro de la chacra: “No solamente en lo vinculado a la restauración y darle protección a las araucarias, sino que además estamos haciendo algo inédito. Es una gran oportunidad”.

La donación de metros cuadrados

La Fundación Banco de Bosques ofrece a todos la posibilidad de salvar un bosque a partir de una donación que es de carácter perpetuo. Hoy, incluso, se puede hacer de manera online, con tarjeta de crédito, de débito o por transferencia. “Es algo muy efectivo, veloz y eficiente, pero sobre todo de bajo costo“, agrega Emiliano Ezcurra.

Los fondos recaudados se reúnen y, una vez que se llega al monto total, se compra una propiedad -como sucedió con la chacra que hoy protagoniza el proyecto “Las Araucarias”- y se dona al Estado nacional o provincial para crear un nuevo parque. ¿El costo de cada metro cuadrado? Varía según la ubicación del terreno a comprar.

Alcanzar la cifra deseada en donaciones depende de la voluntad de la gente. “Hacemos todos los esfuerzos posibles para difundir que hay un bosque en peligro y necesitamos ayuda. Cuanto más rápida es la difusión, más rápido se logra salvarlo“, sostiene el líder de Banco de Bosques.

Hoy, gracias a los aportes, la fundación logró salvar más del 50% del bosque en cuestión. ¿Cómo donar? Se debe ingresar a www.bancodebosques.org y realizar la operación. A partir de ese momento, el nombre de quien contribuya a la causa quedará grabado en algún sector del bosque que decida salvar.

Misiones. Enviada especial

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