La decisión de la FIFA de excluir a la Selección y los clubes de Rusia de las competiciones internacionales puede sorprender en pleno siglo xxi. Sin embargo, está sustentada en el antecedente de otro conflicto grave: la Guerra de los Balcanes.
El 31 de mayo de 1992 Clarín anunciaba la sanción a Yugoslavia por parte de la FIFA.
En plena desintegración de Yugoslavia, aún quedaban unidas Serbia y Montenegro, que estaban a un paso de jugar la Eurocopa de 1992 en Suecia. Pero en pleno conflicto bélico y tras sanciones impuestas por las Naciones Unidas, el 31 de mayo de 1992, el Comité de Urgencia de la FIFA excluyó a Yugoslavia, y sus clubes, de todas las competiciones internacionales. Inmediatamente, la UEFA confirmó en su lugar a Dinamarca, que terminó coronándose campeón de Europa.
El 1 de junio de 1992 se confirmaba la participación en la Eurocopa de Dinamarca, que se coronó campeón.
Como también recién empezaba la Eliminatoria europea para el Mundial de Estados Unidos de 1994, Yugoslavia fue excluida del grupo 5 que integraban Grecia, Rusia (en lo que fue su primera participación tras el desmembramiento de la Unión Soviética), Islandia, Hungría y Luxemburgo. Tampoco hubo clubes en las competencias europeas de 1992/93 y 1993/94.
Yugoslavia volvió a competir recién en diciembre de 1994 y los dos primeros amistosos fueron en Sudamérica, ante Brasil en Porto Alegre (0-2) y frente a Argentina en Buenos Aires (0-1). En febrero de 2003 jugó su último partido bajo ese nombre (2-2 con Azerbaiján) y al mes siguiente pasó a denominarse Serbia y Montenegro hasta junio de 2006, cuando estas dos repúblicas también se separaron.
Tampoco Alemania y Japón pudieron jugar tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. En pleno conflicto, la FIFA se reunió por última vez en 1941 y la mayoría de las selecciones europeas dejaron de jugar en 1942, aunque Inglaterra ya lo había hecho en 1939. Alemania actuó por última vez el 22 de noviembre, ante Eslovaquia en Bratislava (5-2). En Zurich, en noviembre de 1945, en ocasión del internacional Suiza-Italia, los dirigentes europeos volvieron a reunirse. Y trataron el tema de Alemania y Japón, los grandes derrotados.
“La máxima cordialidad ha presidido esta última reunión en la que considero se ha hecho buen trabajo. No ignoran ustedes que Alemania y Japón han sido eliminados de la F.I.F.A. y la decisión sobre Italia queda subordinada a la política que, a su respecto, adoptarán las Naciones Unidas”, contó Jules Rimet cuando llegó a Le Bourget, tras la reunión en Zurich.
Jules Rimet anunció en 1945 la exclusión de la FIFA de Alemania y Japón.
En el 25° congreso de la FIFA realizado en Luxemburgo el 25 y 26 de julio de 1946, Rimet explicó la situación de ambos: “Habiendo comprobado el Comité que tanto en Alemania como probablemente en el Japón ya no existen organizaciones Nacionales capaces de poder asegurar las relaciones del fútbol de estos dos países con el de las demás nacionales, decidió provisionalmente en espera del acuerdo que el congreso adoptase, que no era posible ninguna relación deportiva entre las Asociaciones afiliadas a la FIFA y sus clubs de un a parte y Alemania y Japón con sus clubs, de la otra”. Tras contar esto, Rimet pidió al congreso que ratificara esa decisión. Y así se hizo.
Durante el Mundial de Brasil, se realizó un nuevo congreso en Río de Janeiro en el que se discutió la reafiliación o no de Alemania, Japón y Sarre, ya readmitidos por el Comité Olímpico Internacional. El Congreso decidió “dar al Comité Ejecutivo de examinar la propuesta, con plenos poderes para tomar una decisión con carácter eventual hasta la readmisión al Deutscher Fussbal-Bund”. Lo mismo sucedió con Japón. Alemania volvió a competir internacionalmente el 22 de noviembre de 1950 ante Suiza en Stuttgart (1-0).Y en 1954 fue campeón del mundo.
Hubo otros casos en que las propias federaciones nacionales se excluyeron. Sucedió mucho en la década del 60 durante la independencia de las naciones africanas. El último caso más resonante fue el de Liberia en 1994 que, a un paso de la clasificación al Mundial de Estados Unidos, se retiró por la guerra civil.
Ahora, Rusia, que debía jugar con Polonia el 24 de marzo una semifinal en el Repechaje europeo, suma un nuevo capítulo en el que un conflicto armado repercute de lleno en el deporte y, en especial, el fútbol.