En los últimos días, casi todos tuvimos un amigo o familiar aislado por coronavirus o por ser contacto estrecho de un positivo. En este contexto, con la curva que se dispara y el desembarco de Ómicron con casos asintomáticos o con síntomas leves, a muchos les llegó el turno para darse la tercera dosis. La posibilidad de aplicarse el famoso refuerzo trajo una nueva duda o destrabó un nuevo miedo: ¿qué pasa si me vacuno sin saber que estoy contagiado?
Llegar a fin de año con fatiga o contracturado pasa siempre pero esta vez puede ser Covid. Tener dolor de cabeza podría asociarse con el calor o el estrés aunque también con el virus. Lo mismo con una molestia en la garganta: ¿aire acondicionado o coronavirus?
Estos síntomas leves y fácilmente confundibles sumados a más de 50.000 positivos en un día, cifra del último jueves, llevaron a los de la tercera dosis a buscar respuestas sobre vacunación y contagio en la era de Ómicron.
Consultado por este diario, Arnaldo Casiró, jefe de Infectología del Hospital Álvarez, suma detalles sobre la experiencia disponible al respecto. “Hay muchos casos de personas que se vacunaron sin saber que tenían Covid y que a las 24 horas empezaron con síntomas, se hisoparon y dieron positivo”, señala.
Vacunación en la casa del historiador de calle Bolivar 466. Foto Rafael Mario Quinteros
“Lo que vimos fue que esos cuadros no se agravaron por la vacuna. Tener la infección tampoco afectó los niveles de anticuerpos que al tiempo se generaron por la enfermedad y por la dosis aplicada”, agrega el especialista, que asegura que hay reportes de Inglaterra e Israel en esta misma línea.
Aclara que “puede que se confundan los síntomas o que incluso se superpongan aunque esto no implica mayor riesgo de que el Covid tome una forma más grave por la inmunización”.
Diferente es la situación si la persona sabe que tiene coronavirus. “Con Covid confirmado o con cualquier otra infección como una gripe común, la indicación es esperar para vacunarse”, aporta Casiró.
La primera razón tiene que ver con no contagiar a otros al momento de asistir al centro de vacunación, también con evitar que se mezclen los síntomas que puede generar la vacuna con los de la infección.
En tercer lugar, afirma que por el Covid se va a desarrollar inmunidad natural por lo que no tiene sentido recibir en simultáneo un “booster artificial”.
Por otro lado, remarca que la infección se transitará como si la persona no hubiera recibido esa tercera dosis ya que “los anticuerpos se desarrollan entre el día 7 y el día 14 de la aplicación”, precisa el infectólogo del Álvarez.
Testeos en el Hospital Santojanni. Foto Rolando Andrade Stracuzzi
Entre los que se contagiaron, se enteraron y evitaron el refuerzo, esa dosis que queda pendiente podría darse a partir de los 15 días del alta epidemiológica. “Eso es lo que le recomiendo a mis pacientes para que se la apliquen cuando estén completamente recuperados de la infección”, comenta.
A su vez, en los casos de contagio aconseja realizar un chequeo médico antes de la tercera dosis para verificar que el paso del coronavirus no haya dejado alguna secuela respiratoria o cardíaca.
Testeos “por las dudas”
Vinculado al temor de vacunarse con la infección, muchas personas optan por testearse en forma preventiva. Lo están haciendo en un momento de alta demanda de hisopados, compartiendo filas de varias cuadras con contagiados. Para Casiró esto es un error: “No hay que recargar el sistema de salud, se debe testear el que tiene síntomas o el que es contacto estrecho”.
Otra de las preguntas que está surgiendo, esta vez, entre los recién vacunados que buscan hisoparse tras la aplicación por presentar síntomas o haberse transformado en contacto estrecho, es si por la vacuna el resultado del test puede arrojar un falso positivo. Casiró asegura que no. “Lo que buscás con el hisopado son partículas del virus en la mucosa nasal. Con la vacuna, la persona no recibe el virus vivo”, explica.
Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, confirma que “no hay datos que demuestren mayores complicaciones entre los que se vacunaron antes de saber que tenían la infección”.
“Lo importante es no aplicarse la vacuna si uno tiene fiebre o es contacto estrecho documentado. Estamos viendo que los síntomas de Ómicron están apareciendo a los 3 días del contagio, por esto, los contactos estrechos con un test negativo al día 5 también podrían vacunarse”, destaca.
En tanto, coincide en que “no hay falsos positivos asociados a la vacuna”. “Por más que algunas vacunas generen fiebre, esa reacción no tiene nada que ver con la infección por lo que no puede ocasionar confusiones en un test de antígenos o en un PCR”, comenta.
La importancia del refuerzo
Los infectólogos también cuentan con respuestas para los que le tienen miedo a algunas vacunas o prefieren esperar a que pasen las fiestas, un viaje o las vacaciones.
Dicen que hoy no alcanza con dos dosis. “Frente a Ómicron, la protección con dos dosis contra la infección sintomática es del 33%. La tercera aplicación resulta fundamental”, resalta Debbag, quien advierte que más allá de la “buena fama” que se generó alrededor de Ómicron, en cuanto a su sintomatología leve y pocas complicaciones, “no es bueno infectarse con ninguna variante”.
“No solo por el daño que pueda generar en el organismo de una persona en el momento sino por posibles efectos adversos a futuro que aún no se conocen”, sostiene el infectólogo.
MG