El año empezó con una buena noticia en Independiente. Luego del fin de semana que cerró un 2021 complicado para el Rojo y le dio paso al 2022, Eduardo Domínguez se convirtió en el sucesor de Julio Falcioni en el cargo de director técnico del primero equipo. Todo quedó acordado de palabra en la tarde de este lunes tras una última reunión entre ambas partes.
La tercera fue la vencida. Se juntaron tres veces y el final del cuento fue con un apretón de manos. Luego de un primer cónclave entre Domínguez, Héctor Maldonado (secretario general del club) y Daniel Montenegro (asesor deportivo), en el que charlaron largo y tendido sobre los aspectos netamente deportivos, entró en acción Juan Berros, su representante.
Y en 48 horas selló su arribo al Diablo de Avellaneda, en el que Domínguez pasó en su época como futbolista. Ahora será su regreso, pero con el buzo de DT tras una exitosa experiencia reciente en Colón de Sante Fe, en donde consiguió ser campeón local (ganó la Copa de la Liga Profesional) por primera vez en la historia del Sabalero en 2021.
Domínguez tiene 43 años y viene de ser campeón de la Copa de la Liga Profesional con Colón en 2021. Foto: AFP
Todo se dio de manera veloz en un Independiente que sigue inmerso en un mar de incertidumbre en cuanto a su situación institucional. Todo diciembre estuvo revuelto por las pujas políticas entre el oficialismo liderado por el presidente Hugo Moyano y la oposición más fuerte encabezada por Fabián Doman, cuya lista fue impugnada y acudió a la justicia. Los comicios quedaron suspendidos y por ahora no se sabe cuándo se realizarán.
Ante este escenario, los actuales dirigentes que seguirán al mando de la institución hasta que se pueda votar, debieron activar la toma de decisiones. La primera fue decirle a Falcioni (está por acordar con Colón) que no se renovaría su contrato. Acto seguido, fueron a buscar directamente al principal apuntado por Montenegro y en menos de una semana todo quedó resuelto. Domínguez firmará por hasta diciembre de 2022 y será presentado este jueves cuando el plantel inicie la pretemporada en Villa Domínico.
Domínguez y el Rolfi coincidieron en sus miradas futbolísticas de inmediato. El técnico sabe que el plantel es corto y que tendrá que afrontar una triple competencia: torneo local, Copa Sudamericana y Copa Argentina. Y tiene el antecedente de que sin refuerzos a Falcioni se le hizo imposible dar pelea en cualquiera de esos frentes.
Iván Marcone (Elche) es uno de los apuntados por Independiente para reforzarse. Foto: EFE
Es por eso que dejó en claro que pretende sumar jugadores de experiencia ya que hay muchos juveniles en el grupo profesional. Pidió por la continuidad en el arco de Sebastián Sosa, con quien ya retomaron las charlas para estirar el vínculo. Al uruguayo lo tientan desde Peñarol, pero su prioridad es poder seguir vestido de rojo un tiempo más.
En tanto, hay puestos que son prioridad para reforzar. Los laterales, por ejemplo. En el derecho es muy posible que Fabricio Bustos sea vendido (lo quiere River y hay una negociación abierta). Y en el izquierdo nadie se asentó y ya no está Lucas Rodríguez (no renovó). Emmanuel Mas tiene el pase en su poder y es el apuntado en ese sector, aunque Estudiantes aceleró por él y también lo pretenden desde San Lorenzo.
Domínguez hizo hincapié en que necesita un cinco. Iván Marcone es el viejo anhelo de todo Independiente. Marcone, fanático del Diablo, está en el Elche y ya sabe que lo buscan en Avellaneda. Es difícil pero harán el intento.
Y arriba, Domínguez pretende otro centrodelantero para que compita con Silvio Romero, actual capitán. Allí el nombre que surgió es el de Emmanuel Gigliotti, que está libre. El alto contrato del Puma es una traba y todo hace pensar que será una tarea casi imposible repatriarlo.
Eso sí, para poder traer jugadores, primero la dirigencia tendrá que volver a levantar inhibiciones. Son cuatro deudas y en total superan el millón de dólares. De lo contrario, Domínguez tendrá que lidiar con el mismo problema que sus antecesores.